martes, 18 de enero de 2011

Peter Pan -James Matthew Barrie

 Wendy no lo estaba escuchando.
-¡Oh, Peter! -exclamó -. ¡Ojalá se quedara quieta y me dejara verla!
-Casi nunca se quedan quietas -dijo él, pero durante un instante Wendy vio la romántica
figurita posada en el reloj de cuco.
-¡Oh, qué bonita! -exclamó, aunque la cara de Campanilla estaba distorsionada por la
rabia.
-Campanilla -dijo Peter amablemente-, esta dama dice que desearía que fueras su hada.
Campanilla contestó con insolencia.
-¿Qué dice, Peter?
No le quedó más remedio que traducir.
-No es muy cortés. Dice que eres una niña grande y fea y que ella es mi hada.
Trató de discutir con Campanilla.
- Tú sabes que no puedes ser mi hada, Campanilla, porque yo soy un caballero y tú eres
una dama.
A esto Campanilla replicó de la siguiente manera.
-Cretino.
Y desapareció en el cuarto de baño.


¡Porque las hadas existen!

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